Cambio de habitación, cambio de cama y de compañía, pues hoy no dormí
sola. Borja ocupó mi habitación en el sótano y yo dormí en las literas
en la habitación de Zeana (ninguna queja de mi compañera salvo que ¡vaya
susto me pegó a las seis cuando se le calló un cojín desde arriba a mi
cara!).
A las nueve estaba abriendo las persianas para que la luz
del sol despertara a Borja de una forma agradable y me dijera un amable
'buenos días' pero lo único que salió de su boca al mismo tiempo que se
retorcía fue 'Hola k ase'. Después de que los dos nos desperezáramos un
poco de nuestro sueño, subimos a la cocina y nos preparamos un ligero
desayuno para el viaje en coche que nos esperaba hasta un arcade
(recreativo) cerca de Canada's Wonderland. Realmente Zeana, Borja y yo
pasamos una estupendísima mañana jugando a toda cosa que se nos ponía
enfrente. Después de eso fuimos a un mall cercano que nos impresionó
bastante ya que la entrada es una enorme tienda de pesca, alpinismo,
etc. Todo ambientado como una casa de montaña, con osos por las paredes,
peces (sí, peces de verdad), etc. Pero luego de pasar por debajo de una
pequeña cascada ya estabas en un mall normal, aunque muy grande...
Pasamos
un 'dormido viaje' pasado por lluvia hasta Courtice donde nos
apalancamos en casa. Yo, como persona previsora que no sé si he sido
alguna vez, dejé la maleta preparada, sólo me queda por meter mi
neceser. Cenamos otra vez entre risas y anécdotas y, oh Dios mío, mi
host father se dedicó a ponerme vídeos de Bruce Springsteen en su 'Apple
TV'.
A las ocho y media estábamos mi host father, Zeana, Sam (que,
sinceramente, la echaba mucho de menos), Borja y yo en el coche de
camino a la bolera. Allí nos encontramos (un encuentro previsto con
anticipación por su host y el mío) José, Steven y Olivier. Lo primero
que hicimos fue ir a los karts. Y luego sí, ¡bolos! (Debo admitir que
una de las cosas que más ilusión me hace es ponerme esos zapatos tan
originales...). Lo mejor es que como fuimos de noche la bolera estaba a
oscuras y llena de luces y música por todos los altavoces lo que nos
sirvió de motivación y a la vez diversión en nuestra última noche
canadiense. Después de dos partidas, ya daban las once de la noche hora a
la que la bolera cerraba y dejando una más que satisfactoria lista de
posiciones ('la práctica hace logros' y bueno, para ser la segunda vez
que juego no tengo queja).
En primera posición Steven pues como nos
acabó confesando es todo un experto tanto con la clásica bola grande
como en la nuestra, una pelota pequeñita. La plata se la llevó Olivier
que bueno, después de haberse comido todos los cereales algo tenía que
hacer, ¿verdad José? Cerrando el podio estoy yo, muy contenta por haber
superado mi última puntuación. Zeana y Sam seguían la lista, luego Borja
y por último José.
Ganadores o no ganadores pasamos una maravillosa última noche, así que ahora queda dormir e irse despidiendo de esto.
Gracias a todos por este mes.